Se disfraza de colegiala y cabalga su almohada tocándose la vagina rosadita
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Le encanta jugar sola cuando nadie la ve. Se pone su disfraz de colegiala, con una falda corta y sin tanga, dejando su conchita al aire, lista para el vicio. Se sube sobre la almohada, la aprieta con las piernas y empieza a cabalgarla con fuerza, jadeando, frotando su vagina rosadita contra la tela suave. Sus dedos no paran de tocarse, acariciándose hasta quedar empapada. Se muerde los labios, se toca el pecho y se corre pensando en que alguien la está mirando. Es una putita para sí misma.
