Rubia ardiente cabalga hasta correrse y se entrega en perrito

Está sobre la cama, desnuda, con la piel encendida y las ganas por explotar. Primero se arrodilla entre sus piernas, le hace una mamada lenta, profunda, como si saboreara cada centímetro de verga. Sus tetas firmes y rosadas rebotan con cada movimiento. Luego lo monta mirándolo directo a los ojos, gimiendo mientras se entierra más hondo. Se da vuelta, se sienta como una puta sedienta y cabalga con fuerza hasta acabar. Pero no termina ahí. Se pone en cuatro, le ofrece el culo bien abierto, y se deja llenar como una perra feliz.

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7 mayo, 2025