Primera vez por atrás con mi morena española, un placer inesperado
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La tenía desnuda, su piel aceitosa brillando bajo la luz suave del cuarto. Se acostó boca abajo, abriéndose las nalgas despacio, ofreciéndome ese culo redondo y tentador. Me pidió que empezara con calma, deslizando los dedos con suavidad para prepararla, mientras le besaba el ano con ganas. Su respiración se volvió jadeante y el gemido que soltó cuando empecé a entrarla no lo olvido. Se agarró fuerte a la almohada mientras la follaba en perrito, con ese culazo recibiendo todo lo que le daba. No era su primera vez… pero conmigo fue diferente: acabó temblando, húmeda, gritando mi nombre. Eso de follar en la banca realmente fue buenísimo, su culo estaba completamente a mi merced. Uff!
