Montando la polla del novio de mi hermanastra mientras ella no está

Estaba sola con él en casa, con ese vestido corto que tanto provoca, y mi tanga apenas cubriéndome. La tensión era deliciosa, como si los dos supiéramos que algo iba a pasar. Me acerqué sin decir nada, me arrodillé y empecé a chuparle la polla con ganas, sintiendo cómo crecía en mi boca. Era enorme, gruesa, perfecta. Cuando me levanté, él ya no podía resistir más. Me monté sobre él lentamente, gimiendo con cada embestida, mirándolo a los ojos. Terminamos abrazados, follando en cucharita, su mano en mi pecho, su polla enterrada en mí mientras me corría mordiéndome los labios.

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17 mayo, 2025