Me pidió meterle el dedo en el culo mientras él hacía lo mismo

Todo empezó como un juego travieso: él me pidió que le metiera el dedo en el culo y yo, entre risas calientes, le exigí que me cogiera sin piedad. Sentí cómo mi dedo lo volvía loco mientras sus dedos entraban en mi coño empapado, calentando cada rincón. La tensión subió tanto que terminó dándome una follada brutal, de esas que hacen temblar las piernas y ponen el corazón a mil. Gritos, gemidos y sudor se mezclaron hasta que exploté en un orgasmo húmedo, sintiendo cómo su verga me abría entera. Pura lujuria desatada en la cama.

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24 septiembre, 2025