Mañanero delicioso con mi esposo antes del trabajo

Placer y leche al despertar. Apenas empezaba a clarear cuando me acerqué a su lado y comencé a acariciarlo por debajo de las sábanas. Su verga reaccionó al instante, dura y caliente en mi mano. Lo desperté con una paja suave, provocadora. Él, medio dormido aún, deslizó su lengua entre mis piernas y me lamió el coño con hambre, haciéndome gemir bajito. Me puse en cuatro sobre la cama, y él no tardó en penetrarme con fuerza, marcando un ritmo delicioso. Para terminar, me monté sobre su verga y cabalgué hasta que se vino entero dentro de mí, dejándome llena y satisfecha. La mejor forma de empezar el día.

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24 mayo, 2025