Madre soltera cachonda se pone en cuatro para una follada intensa

Aproveché que estaba sola en casa. Era una vecina gordibuena de curvas peligrosas, con ese culo grande que hipnotiza cada vez que pasa en leggins. Tocó la puerta para pedirme un favor, pero bastó una mirada para saber lo que realmente quería. Terminamos en su sala, luego ella en cuatro sobre el borde de la cama, gimiendo como una loba en celo mientras la llenaba una y otra vez. Su cuerpo se movía al ritmo de mis embestidas y su voz gemía sin miedo. Una follada salvaje, caliente, justo como lo había imaginado tantas veces.

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19 mayo, 2025