La lencería que encendió la noche

Mi esposo reconoció la lencería al instante, esa que me había regalado hace meses y que yo había guardado para una ocasión especial. Era de encaje, con detalles sutiles que delineaban mis curvas. Me miró en silencio, pero sus ojos lo decían todo. Me acerqué despacio, provocándolo con cada paso, hasta quedar sobre él. Mis movimientos suaves pero firmes lo enloquecían. Sabía cómo tocarlo, cómo mirarlo. Lo monté de espaldas, como sabía que le gustaba, y dejé que mis caderas hablaran por mí. La habitación se llenó de susurros y jadeos. Nada más importaba. Fue un anal sorpresa con mi esposo. Soy muy puta y me vuelve loca su grueso miembro. Montarlo en reversa lo excita más y a mí me gusta provocarlo con mi culo.

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6 junio, 2025