Ella se montó encima y me hizo suyo sin piedad
11:00 HD- 8061 vistas
-
- separator
Se subió encima con una mirada ardiente y empezó a moverse con una intensidad que me dejó sin aliento. Ese culo perfecto rebotaba sobre mí mientras gemía sin vergüenza, perdida en el placer. Yo no podía dejar de empujar desde abajo, duro, sintiendo cómo se apretaba cada vez más. Su cuerpo, su ritmo, su voz… todo me volvió loco. La habitación se llenó de jadeos, sudor y gemidos. Terminamos rendidos, sabiendo que habíamos tenido uno de esos polvos caseros que no se olvidan. Ella, definitivamente, sabe cómo dejarme vacío y feliz.
13 mayo, 2025