Ella le pide la verga solo por el culito y se lo mete en perrito hasta correrse
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Lo miró con picardía y sin rodeos le susurró: “Mi amor, hoy quiero tu verga… pero solo por el culito”. Se puso en cuatro en la cama, ofreciéndole ese trasero perfecto, redondo, provocador. Él se lo metió despacio, firme, sintiendo cómo ella se abría para él con placer. Gemía bajito, se mordía los labios, y cuanto más la empujaba, más cachonda se ponía. Le encantaba así, en perrito, duro, sucio, hasta acabar temblando mientras sentía todo adentro.
20 junio, 2025