Coño con coño, tijeras a medianoche con mi amiga borracha

Era pasada la medianoche cuando toqué la puerta de su cuarto. Mi mejor amiga abrió con una camiseta suelta y sin ropa interior, estaba pasada de copas. La excusa fue una charla, pero bastó una mirada para que nuestras bocas se encontraran. Terminamos en la cama, con las piernas entrelazadas en unas tijeras suaves pero intensas. Su coño estaba ligeramente peludo, natural, caliente y húmedo, frotándose contra el mío mientras gemíamos bajo las sábanas. Cada movimiento nos acercaba más al orgasmo. Nunca imaginé que nuestra amistad tendría un sabor tan ardiente, tan salvajemente delicioso.

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27 mayo, 2025